Llega un momento en la vida de muchas personas en el que les dicen que ya no pueden tomar nada que contenga lactosa ya que se han convertido en intolerantes al azúcar de la leche.
Si te encanta el queso o no puedes vivir sin tomar leche o yogur porque te gusta demasiado, esta intolerancia puede ser un problema. Por suerte, hoy en día podemos encontrar en los supermercados todo tipo de productos sin lactosa que podemos comer sin que nos hagan daño en el estómago. Otra cosa que podemos hacer es adaptar nuestras recetas a estos nuevos ingredientes e incluso inventar recetas nuevas en las que no necesitemos de nada que contenga lactosa.
Esto último es lo que ando haciendo, ya que, como a muchos, a mí también me han detectado esta intolerancia hace aproximadamente un mes. En la categoría SIN LACTOSA de este blog podréis encontrar las nuevas recetas que vaya añadiendo para que podáis disfrutar de la comida sin miedo a la indigestión.
De momento, he adaptado una par de recetas que ya en su día compartí aquí con todos vosotros y vosotras. A continuación os enlazaré con ellas, contándoos cuál ha sido la adaptación.
• ENTRANTE → Tartaletas de tortilla
En esta receta se utiliza una mezcla de cuatro quesos rallados, así como bacon ahumado cortado a taquito o en tiras. Estos ingredientes, si nos fijamos bien en los ingredientes del paquete, tienen lactosa.
Por ello, hay que sustituirlos por queso sin lactosa y bacon (o cualquier otro embutido) sin lactosa. Estos productos podemos encontrarlos en el Mercadona sin problema, aunque son un poco más caros que los que sí tienen lactosa, pero no tendréis que dejar de degustar este maravilloso entrante.
• PLATO PRINCIPAL → Pechuga de pollo a la crema
El cambio que hay que hacer en esta receta es sustituir la nata para cocinar normal por una que venden sin lactosa en el Mercadona, así como la margarina, que también existe sin lactosa. Ésta me gusta más la de Central Lechera Asturiana, que podréis encontrar en el Carrefour.
• POSTRE → Tarta de brevas y almendras
En esta ocasión la adaptación ha sido la de utilizar masa de hojaldre sin lactosa, así como añadirle un poco de mantequilla sin lactosa a la mitad de la mezcla de almendra y azúcar para que quede más compacta y así no se desparrame a la hora de montarlo ni de comerlo después.
Con esta tres recetas adaptadas ya tenéis para el menú de una comida. Poco a poco iré adaptando más e incluyendo recetas nuevas sin lactosa en este blog para poder seguir disfrutando de la cocina y de la comida, sin miedo a tener problemas de digestiones dolorosas.
Cocina con Amor 